Soldado de Plomo es un unitario homenajeando al cuento infantil
Soldadito de Plomo, claro esta que ya no es tan inocente.
Quien la dibuja? por las cosas de la vida, llego a mis manos dibujos de los mendocinos Hazef Carrizo y Sergio Tarquini. Que se distribuyeron el trabajo de esta forma (al menos eso dicen ellos), los dos realizaron el layout, el lapiz por cuenta de Sergio, la tinta por cuenta de Hazef y el color, todavia no me quieren decir quien es, sorpresa...
Otro dia les muestro un par de paginas... por ahora lo importante, la historia o plot, como se llama en el ambiente. Ademas como yapa, un par de bocetos de los personajes, aqui va:
SOLDADO DE PLOMO Es un mundo post-apocalíptico, sumido en una guerra interminable; ya nadie recuerda quien o porque se inicio. Las ciudades han sido arrasadas y de la humanidad como la conocemos, queda muy poco.
Un convoy de abastecimiento se acerca a los restos de una ciudad, pero es atacado por el enemigo. De la ciudad salen a protegerlo un destacamento de robots, a pesar de grandes pérdidas, estos logran asegurar el convoy y gracias a ello, ingresa en la ciudad.
El General en la plaza recibe la carga, es un cargamento de muñecas de compañía (robots humanoides para uso sexual), mientras manda al destacamento a hacer guardia, uno de los robots herido en la pierna se queda viendo a una de las muñecas, el general le ordena que vaya a ver a los ingenieros para que lo reparen.
Los ingenieros están reparando la pierna del robot, pero carecen de repuestos por lo cual en reemplazo le colocan una pierna de plomo. En eso, les traen un par de muñecas y dejan al robot para probar las muñecas.
El robot “pata de plomo” termina haciendo guardia en una atalaya de la ciudad, mientras, piensa en una de las muñecas. En el horizonte se ve un helicóptero que dispara al puesto donde él se encuentra. Explota la atalaya y él sale despedido, para luego caer en el rió.
El robot se aferra a un tronco para no hundirse, la corriente lo lleva rió abajo, mientras él, sigue pensando en la muñeca del general. El río desemboca en un rápido que luego penetra por una gruta en la montaña y se convierte en un río subterráneo, él sigue pensando en la muñeca. De pronto aparece un monstruo formado de limo y tierra y le dice: “…Soy el señor del lugar, márchate de aquí o morirás…” El tronco sigue a la deriva y al robot las amenazas poco le importan. El monstruo lo empieza a perseguir y le arroja grandes piedras, el robot le responde con un ráfaga de disparos. El monstruo se retira asustado y enojado. El robot sigue pensando en la muñeca, mientras la corriente lo lleva por dentro de la montaña.
Por fin el rió sale de la montaña, pero para su desgracia, solo es para convertirse en una infinita cascada, por donde cae, cae y al final termina encallado en el fondo del rió, cementerio de infinidad de maquinas, encima de un tanque hundido, quien sabe cuando.
Los enemigos están sacando la chatarra hundida en el rió para usarla luego en la guerra, sacan el tanque y con este al robot, que todavía piensa en la muñeca. Ellos reparan al tanque y reprograman al robot.
Los enemigos nuevamente atacan la ciudad, bombardeando con el tanque reparado, logran pasar las defensas e ingresar a la ciudad.
Junto a los enemigos esta también el robot y llegan hasta el cuarto del General, hay incendios y explosiones, él no esta, pero si encuentran a la muñeca con las piernas aplastadas por una viga. El robot la rescata, se abrazan y él la carga y mientras salen, todo el edificio eclosiona. Se ve una gran humareda que cubre todo el lugar y la sombra del robot y en sus brazos la muñeca.
FIN
EL MAGO lo escribi junto a Enrique Barreiro, 
En el Buenos Aires de los años ’20 el lugar donde se dan cita la flor y nata de la aristocracia porteña es en el lujoso Cabaret Chantecler. Debido a los espectáculos que se dan, por su escenario pasan desde malabaristas hasta grandes orquestas.
El robot “pata de plomo” termina haciendo guardia en una atalaya de la ciudad, mientras, piensa en una de las muñecas. En el horizonte se ve un helicóptero que dispara al puesto donde él se encuentra. Explota la atalaya y él sale despedido, para luego caer en el rió.
Por fin el rió sale de la montaña, pero para su desgracia, solo es para convertirse en una infinita cascada, por donde cae, cae y al final termina encallado en el fondo del rió, cementerio de infinidad de maquinas, encima de un tanque hundido, quien sabe cuando.
Junto a los enemigos esta también el robot y llegan hasta el cuarto del General, hay incendios y explosiones, él no esta, pero si encuentran a la muñeca con las piernas aplastadas por una viga. El robot la rescata, se abrazan y él la carga y mientras salen, todo el edificio eclosiona. Se ve una gran humareda que cubre todo el lugar y la sombra del robot y en sus brazos la muñeca. 
